Cómo elaborar un perfil por competencias.
Uno de los aspectos que sin duda debemos
mejorar en España y en concreto en los Departamentos de Recursos
Humanos es la implantación de la Gestión por Competencias. Y derivado de
ello, saber cómo se elabora un perfil por competencias de un
trabajador.Según Boyatzis (1982)
debemos entender por competencia lo siguiente: “Una competencia es una
característica subyacente en una persona que está causalmente
relacionada con un desempeño bueno o excelente en un puesto de trabajo
concreto y en una organización concreta.”
Además introduce la distinción entre competencias umbral, que es la que todo trabajador debería poseer a un nivel mínimo, y competencias superiores, que caracterizarían al 10% de los mejores trabajadores.
Hay otra definición que aparentemente es casi idéntica a la anterior,pero que introduce un matiz fundamental: comportamientos observables. Para que una persona pueda llevar a cabo los comportamientos incluidos en las competencias que conforman el perfil de exigencias del puesto es preciso que en ella estén presentes una serie de componentes:
Además introduce la distinción entre competencias umbral, que es la que todo trabajador debería poseer a un nivel mínimo, y competencias superiores, que caracterizarían al 10% de los mejores trabajadores.
Hay otra definición que aparentemente es casi idéntica a la anterior,pero que introduce un matiz fundamental: comportamientos observables. Para que una persona pueda llevar a cabo los comportamientos incluidos en las competencias que conforman el perfil de exigencias del puesto es preciso que en ella estén presentes una serie de componentes:
- Saber (conocimientos): el conjunto de conocimientos
- Saber hacer (habilidades / destrezas): que la persona sea capaz de aplicar los conocimientos que posee a la solución de los problemas que le plantea su trabajo.
- Saber estar (actitudes / intereses): que los comportamientos se ajusten a las normas y reglas de la organización.
- Querer hacer (motivación): si un trabajador comprueba que sus esfuerzos por conseguir una utilización más eficaz del tiempo no se valoran puede llegar a decidir que no merece la pena esforzarse por hacerlo.
- Poder hacer (medios y recursos): se trata de que la persona disponga de los medios y recursos necesarios para llevar a cabo los comportamientos incluidos en la competencia.
Debemos distinguir a su vez entre competencias profesionales y competencias personales; la combinación de ambas nos lleva a la eficiencia profesional. Esto nos sirve para explicar como haríamos un perfil de competencias para buscar a un trabajador para un puesto determinado.
Esta
es una de las máximas diferencias que se introduce en un modelo de
gestión por competencias; antes, se seleccionaba a las personas por sus
competencias profesionales únicamente, es decir por (aptitudes); ahora y
afortunadamente, hay que introducir las competencias personales, es
decir (actitudes).
Un ejemplo
sencillo: un trabajador cualificado en el aspecto técnico, que sabe muy
bien su trabajo (su tarea), pero que carece de una serie de habilidades y
de competencias personales como por ejemplo empatía, resiliencia,
capacidad de trabajar en equipo, creatividad, es un trabajador al que
según el modelo de gestión de competencias le falta una “pata”; es un
trabajador “cojo”. Imaginaros si además es una persona que trabaja de
cara al cliente, podrá saber hacer su trabajo, pero no es una buena
imagen para la empresa. Es decir, el modelo de gestión por competencias,
deja de poner el foco en la tarea del trabajador; para poner el foco
directamente sobre la persona.
Lo
primero que tendríamos que hacer es el diseño del puesto de trabajo
para saber a que persona queremos contratar, y una vez diseñado el
puesto de trabajo, el segundo paso sería elaborar un perfil de competencias sobre el trabajador que buscamos.
Este sería un ejemplo de formato para elaborar un perfil de competencias.

Como vemos este Perfil está compuesto por lo que llamamos Perfil Hard (Aptitudes) y el Perfil Soft (Actitudes).
Podríamos destacar algunas competencias que todas las organizaciones deberían preocuparse por valorar y desarrollar en todos sus empleados:
- Orientación al cliente
- Escucha activa
- Capacidad para la relación
- Anticipación
- Toma de decisiones
- Orientación al logro
- Empatía
- Resolución de problemas
- Flexibilidad
- Proactividad
- Compromiso
- Autocontrol
Si
esto lo hiciéramos así, sin duda, los departamentos de recursos
humanos, las empresas y sobre todo los trabajadores seríamos mucho más
eficientes y eficaces.
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